jueves, 15 de mayo de 2014

El docente del S. XXI, innovador en el uso de TIC en el aula

Esencialmente el docente del siglo XXI, debe convertirse en una persona en proceso permanente de formación y actualización continua en la utilización efectiva de las tecnologías de información y la comunicación, además de tener que ser una persona innovadora en el uso y aplicación de estas herramientas en el aula de clase.

La razón de esto, es precisamente para poder afrontar la evidente exigencia de competencias digitales de  la nueva generación de muchachos, conocidos como nativos tecnológicos, quienes se encuentran inmersos en un entorno de uso de dispositivos móviles, susceptibles de aprovecharse en procesos de aprendizaje. El aula de clase debe convertirse en un espacio de permanente reflexión, colaboración y trabajo orientado a la producción y generación de conocimiento desde diferentes ámbitos aplicables a nuestro entorno y contexto laboral y profesional.

Las instituciones hoy en día demandan profesionales expertos cada vez más capacitados y expertos en la utilización y gestión de herramientas de manera efectiva para el desarrollo de sus diferentes actividades comerciales, bajo un entorno cada vez más competitivo y productivo esencialmente en el área del conocimiento.

Para buscar un mejor aprovechamiento de las características digitales del momento orientadas a mejorar el aprendizaje, hay que buscar que la producción y construcción de material de estudio y el diseño y elaboración de actividades de aprendizaje, se fundamenten en el uso de tecnología. Esto implica necesariamente un proceso de capacitación permanente al docente, quien debe tener unas competencias claras y evidentes, respecto a la utilidad que puede generar el uso de las tecnologías.

Se han venido desarrollando e implementando muchísimas herramientas para la generación de contenido en la web, mencionando por ejemplo las herramientas en e-learning, que ayudan y facilitan el diseño y elaboración de materiales de alta calidad de una manera rápida y sencilla para el docente, con la utilización de multimedia y elementos didácticos que ayudan a presentar contenido y una manera efectiva. Más allá de la simple inclusión de párrafos contenidos e imágenes en una pantalla, el docente debe centrar su esfuerzo en la forma en cómo debe articular efectivamente la utilización de todos estos recursos digitales. No se trata simplemente de aplicar aquellas herramientas que están de moda, sino vincular y estructurar estrategias de aprendizaje que favorezcan el desarrollo de actividades en el aula y a su vez que aplique y se ajuste a los diferentes estilos de aprendizaje con los cuales llegan los estudiantes a un aula de clase.

Los entornos virtuales de aprendizaje o aulas virtuales, por ejemplo, son herramientas de apoyo fundamental para el docente hoy, pero el error que posiblemente se haya cometido, ha sido intentar que el docente utilice el aula, sin haber realizado un proceso progresivo de inclusión de estas alternativas digitales. Por esta razón, lo más probable es que el docente comience a utilizar el aula virtual como repositorio de archivos a donde acuden los estudiantes a descargar los materiales, para preparar sus exámenes.

Un aula virtual es mucho más que un simple repositorio de documentos, es una herramienta que permite apoyar de forma contundente todas las actividades académicas del docente, facilitando procesos como la entrega de trabajos, desarrollo de actividades en colaboración, registro de notas y seguimiento en el proceso académico, retroalimentación documentada de trabajos, notificación y comunicación permanente del proceso de trabajo con las temáticas planteadas, entre otros.

Podemos mencionar también la importancia que ha cobrado el concepto de red social bajo el contexto del aprendizaje para lo cual es necesario traer a colación el concepto definido en la teoría del conectivismo acuñado por George Simmens y Stephen Downes, en el que se describe como sucede el aprendizaje en la era digital y que intenta explicar el efecto que la tecnología ha tenido sobre la manera en que actualmente vivimos, nos comunicamos y aprendemos. Explica que el aprendizaje es un proceso que ocurre dentro de una amplia gama de ambientes que no están necesariamente bajo el control de la persona y es por esto que el conocimiento puede residir fuera del ser humano, como una organización o una base de datos, y se enfoca en la conexión especializada en conjuntos de información que nos permite aumentar cada vez más nuestro estado actual de conocimiento.

De esto deducimos que en las redes sociales, permanentemente se esta generando información que se puede convertir en conocimiento muy importante para quien la utilice. Se han diseñado diferentes redes para propósitos múltiples por personas que precisamente buscan generar nodos de conexión que pueden aportar contenido muy importante y de diversa índole.

Este escenario igualmente nos plantea una alternativa muy interesante, que podemos utilizar para seleccionar y depurar los contenidos en la red y con la cual podremos configurar una serie de conexiones hacia otras personas curadores de información, quienes seguramente nos ayudarán a mantenernos informados y actualizados en aquellas temáticas de interés particular. A su vez, nosotros haremos lo pertinente, al colocar información seleccionada en nuestro espacio para beneficio propio claro de nuestros estudiantes, quienes hacen parte de mi red.

Imaginemos por un momento, la riqueza de información y la dinámica de los procesos de aprendizaje, que podríamos lograr, al poder establecer estrategias permanentes en el aula de clase, diseñando escenarios en los cuales estén involucrados los estudiantes de una forma colaborativa y participativa, logrando aprendizajes significativos que perduren y se establezcan más allá del aula de clase.

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